Al entrar a la ciudad, notaron que habían muchas casas, y en el centro de la ciudad había una plaza, esta era muy grande, la plaza estaba repleta de personas, y los dos niños quisieron averiguar lo que pasa allá.
¿Que se esta celebrando?- le pregunto Jen a Sam
Creo que es el día del elemento- le respondió Sam
Los dos niños, se adentran mas a la multitud que había formada hay, vieron cinco estatuas, la primera era de un dragón igual a la de la entrada de la ciudad, este pertenecía al elemento tierra, la que le seguía tenia la forma de un Cai Cai Vilu, este era del elemento agua, después le seguía un grifo, obviamente este era del elemento viento, de cuarto estaba un Fénix y este pertenecía al elemento fuego y por ultimo y el mas importante de todos había un dragón, pero este era muy diferente al primero este era de color negro y los ojos eran de color rojo.
Los dos niños se quedaron mirando las estatuas un buen rato, cuando las personas ya se estaban hiendo, ellos dos quedaron hay, un anciano se les acerco.
¿Les gustaron las estatuas?- les pregunto el anciano
¡Si!- respondieron los dos al mismo tiempo
¿Quieren venir a desayunar en mi casa?- les volvió a preguntar l anciano
Esta bien- dijo Jen con una sonrisa
Los dos fueron caminando detrás del anciano, al llegar a la casa, se dieron cuenta de que era muy pequeña, muy acogedora, y muy limpia.
Ella es mi hija Laube Gonu, ella ya sabe que es adoptada, su nombre lo encontré en un collar que traía.
Mucho gusto- les dijo Laube extendiendo su mano
El gusto es mío- estrechándole la mano a Laube, pero no le quitaba los ojos de encima, eran tan bella, que su mirada se perdía en la inmensidad de sus ojos.
Hola mi nombre es Sam y el de el es Jen- le respondió Sam, ya que Jen seguía hipnotizado por la chica.
Bueno ya esta listo el desayuno- les dijo el anciano
Ellos dos empezaron a comer, en ese momento eran las once y veintitrés minutos. El anciano por curiosidad se les acerca.
¿Que le veían a las estatuas?- pregunto el anciano
Es que yo… solo me gusto ver estatuas tan grandes- le respondió Jen
Me parece muy bien, los espíritus tenían nombres- les dijo el anciano con voz de misterio
¿Si?- quiso saber Jen
¡Si!, el espíritu del agua se llama Ango, el de tierra se llama Isgo, el de fuego Nugo, el de viento Gugo y el de trueno se llama Mogo.
¡Wao!- dijo Jen con gesto de impresión
Otra cosa es que tu puedes volverte del elemento que posees, si tienes las manos o a Ango, puedes volverte agua y lo mismo con el resto de los elementos.
¿Un momento como supo usted que Jen tiene los guantes y por que nos esta diciendo esto?- le reclamo Sam
Es que yo tengo como poder el leer la mente de las personas- le respondió el anciano
Ok- le dijo Sam con una mirada penetrante
El anciano siguió hablando de los espíritus, y a Jen le intereso mucho una parte, esta decía que los espíritus se podían unir. Por ejemplo el fuego se puede unir con el viento haciendo unas alas de fuego o el agua se puede unir con las piernas haciendo unas manos de trueno y etc. Otra cosa que le intereso a Jen fue que si se dejan las parte de la armadura y esta completa su transformación un 100%, la persona que posea esa parte se quedara en forma de espíritu para siempre. Sam le agradece la comida al señor y se retira junto con Jen, al abrir la puerta se dan cuenta que es demasiado tarde, y el anciano les pide que se queden y mañana van hacia el castillo, Jen acepta la oferta igual que Sam.
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