domingo, 29 de mayo de 2011

El final

La abrazo y la beso en la mejilla, salió del campo y se dirigió a la entrada del castillo, miro a todos los aldeanos, estos volvieron a tratar de asesinarlo, pero este saco las botas del trueno y todos quedaron sorprendidos, su nuevo rey era el… el se las coloco e hiso que estas se unieran a su cuerpo, camino y se fue de esa ciudad, justo antes de salir se encontró con un anciano, el viejo saco un bastón, este brillaba, Jen creyó que el viejo iba a luchar, lo cual fue así, alrededor del viejo salió un aro, de varios colores, yo cerré los ojos y pensé en Gugo, una armadura de piedra apareció en mi cuerpo, el viejo alzo el bastón y junto con este una llamarada de fuego, que iba dirigido hacia el, este saco una pared de agua de la nada para evitar el ataque, cuando el agua se disipo por el calor Jen ya había desaparecido y apareció detrás del viejo, con un movimiento rápido extendió su pierna y trato de pegarle, pero lo atravesó, el anciano se volvió viento, Jen se preocupo, con las habilidades de este.

¿Quién eres?- le pregunto Jen
Bueno… soy el que encerró a los espíritus en las partes de la armadura.- dijo el anciano con una sonrisa

¿Cómo es posible que aun sigas vivo?- le volvió a preguntar Jen

Es que yo soy un ser inmortal- le respondió el viejo

Eso lo veremos dijo Jen, en el momento en el que su brazo se incendiaba, desapareció y apareció detrás del viejo nuevamente, extendió su mano y de este salió una fuerte llamarada, luego volvió a desaparecer debajo de este (la llamarada aun no había alcanzado al viejo), un movimiento de tierra hiso que el anciano perdiera el equilibrio, Jen le aprovecho y atrapo a al anciano con unas barras de tierra, la llamarada le pego en el pecho, pero este se recuperaba rápidamente. Jen volvió a contraatacar, pero el anciano fue mas rápido, se agacho y con una patada lo paro en el aire, con otro movimiento de la pierna lo lanzo contra la tierra, cuando cayo, el anciano se acerco, coloco su pie sobre el cuello de Jen.
Bueno déjame decirte que yo… soy tu ancestro, digamos que soy tu abuelo muy viejo- le dijo el anciano- mi nombre es Jensser.

¿Qué?- dijo Jen con la respiración entre cortada por la presión que ejercía el pie sobre el cuello de este.

Lo que escuchaste, y por eso tengo la necesidad de matarte, por que no voy a dejar que allá otra persona como yo, por que es uno el que salvara al mundo de los espíritus- volvió a decir el anciano.

Bueno déjame decirte “abuelo”, que yo tendré que acecinarte, por que los espíritus me aceptaron a mi y no a 
ti- al terminar de decir esto Jen dio un salto y con ambos pies le dio en el pecho  a Jensser, este callo en el piso y Jen saco dos alas, una armadura de tierra, saco otras dos alas pero de fuego, unos guantes de luz (ósea de trueno), y un casco de agua. -déjame decirte que yo soy el ser completo y tu eres solo un microbio debajo de mi- le dijo Jen mientras lo miraba a los ojos, Jen desapareció mucho mas rápido que antes, cuando apareció volvió a desaparecer, y así hiso varias veces, Jensser quedo mareado, e hiso una muralla de tierra, Jen apareció en los mas alto del cielo, solo se veían sus alas de fuego y sus guantes, ya que era lo único que brillaba en esa oscura noche, el anciano lo vio y lanzo un rayo, lo cual no fue un obstáculo para Jen que lo deshizo con un movimiento de su mano.

Muere viejo- le dijo Jen, mientras tomaba impulso y clavaba su mano en el pecho del anciano, el anciano vio a su izquierda y miro como una joven muchacha corría hasta allá, el anciano extendió su basto y lanzo un rayo, lo cual le pego en el pecho a la muchacha, esta callo templada al piso, Jen miro a la joven y observo que fue Laube a la que le había pegado, este se enfureció y sus ojos tomaron un color rojo, sus alas blancas se volvieron rojas, su armadura se deshizo por el intenso calor, Jen levanto su brazo y volvió a pegarle al anciano con toda la fuerza que los 5 espíritus le podían dar, un cráter se formo alrededor de este, los arboles se inclinaron por la presión del golpe, las lagrimas de Jen se evaporaban, trato de tranquilizarse pero no pudo, desato su furia contra el pueblo, las casas se incendiaban, los niños corrían pero Jen los alcanzaban con los rayos, se creaban terremotos, lo cual destruyo el templo, luego de una larga noche este se tranquilizo, y fue a buscar a Laube, la cual se encontraba en el mismo lugar y la misma posición, Jen se acerco y coloco sus manos alrededor de su cabeza, la beso y sus lagrimas caían sobre el rostro de ella, el se levanto, hiso un movimiento de sus pies y enterró a Laube en una tumba de tierra, en el centro de la ciudad, luego hiso lapida que decía “Aquí descansa en paz la reina de la ciudad del trueno y del todo mundo, Laube Gonu, 1853-1868”, dejo una flor y se retiro.

Varios años después Jen poseía una capa negra, su pelo había crecido muy exageradamente, su rostro manifestaba una expresión de odio al mundo, y todos lo conocían como el poseedor de los 5 ELEMENTOS.




FIN…

        
    

jueves, 26 de mayo de 2011

El rey del trueno (parte II)

Jen trato de levantarse pero no pudo, se comenzaba a dar por vencido, cerro los ojos y cuando los abrió los tenia vuelto en llamas, coloco ambas manos debajo de la planta del pie de Leónidas, aplico fuerzas y levanto la pierna, tiro con toda su fuerza a Leónidas lejos de hay, Jen se levanto y voló hasta Leónidas, apareció en frente de el y extendió su brazo por detrás de su cabeza, luego abalanza su puño cerrado contra el rostro de este, Leónidas comienza a sangrar, se ríe y se levanta, una gota de sangre corría por su comisura de la boca, este saco la lengua y se la limpio, miro a Jen y luego apareció detrás de el.

Quiero que me mates- dijo Leónidas en el oído a Jen, este se voltea y le pega con el codo en el rostro, Leónidas desaparece de hay, Jen se vuelve cenizas, y también desaparece, un polvo negro se acumula en el aire y se va generando una figura, luego aparece Jen, con la espada en la mano derecha. El mira para todos los lados, ve a Laube y sonrío, pero Laube muestra un gesto lloroso, Jen siente un calor terrible un punto de la espalda, el se voltea y ve a Leónidas, con su mano derecha dentro del cuerpo de Jen, este queda asombrado y pierde el equilibrio y comienza a caer, este comienza a sentir algo raro en su cuerpo, observo que las piezas se unían a el, y comenzó a calcular el tiempo y solo llevaba 10 minutos de batalla, no tenían por que unirse. El tiempo se para, nada se mueve, solo Jen y los cuatro espíritus que tiene de frente.

Te daremos de nuestro poder, pero tienes que dejar que nuestros espíritus se unan con el tuyo- dijo Ango   

¿Y que me pasara?; y ¿como podre pelear junto a ustedes?- le pregunto Jen

Bueno para invocarnos solo tiene que cerrar los ojos y pensar en cualquiera de nosotros, y te saldrán las alas; llamas de las manos; agua por alrededor; tierra debajo de los pies y si tuvieras trueno este se generaría a tu alrededor.- dijo el espíritu

Entonces quiero que se unan a mi, quiero vencer a Leónidas- dijo Jen desafiándolos

Esta bien- respondieron los espíritus al mismo tiempo, Jen cerro los ojos y todos los espíritus se unieron a el, el sentía como su fuerza aumentaba, sentía que era capaz de todo. El abrió los ojos y el tiempo volvió a transcurrir, Jen vio que todas la piezas de la armadura desaparecieron, el cerro los ojos y pensó en Isgo, cuando los volvió a abrir tenia dos alas, pero estas no eran materializadas, eran espirituales, Jen las movió y voló, Leónidas quedo sorprendido por lo que paso, así que decidió atacar con lo que tenia, se volvió un dragón, o mejor dicho, se transformo en Mogo, el ataco y Jen se rio, se volteo y genero una llamarada contra Mogo, lo cual le pego en un ala, este callo y Jen le callo encima, alzo su puño y en este se agruparon puras piedras filosas, luego las introdujo en el pecho de mogo.

Mogo comenzó a desaparecer, Jen sonrío satisfecho, se levanto y vio que no estaba Leónidas, el se sorprendió, miro para todos lados y sintió un fuerte golpe en su mejilla derecha, este comenzó a rodar por el suelo, se levanto y coloco en “4”, unas llamas comenzaban a salir del suelo, luego las llamas salían de su espalda, luego de todo su cuerpo, se levanto y se acerco a Leónidas, coloco su mano, envuelta en llamas sobre el pecho de el.

Te matare y luego te quitare tu poder- le dijo que una voz un poco escalofriante, al terminar de decirlo una fuerte llama salió de la mano de Jen, y expulso a Leónidas lejos de el, se acerco de nuevo a el y con el viento hizo que le salieran heridas en la cara, luego con la tierra lo atrapo de manos y pies, Leónidas ya no poseía la fuerza para poder seguir peleando, Jen se acerca y saca la espada, esta se prende en fuego, le coloca la punta de la espada en el mentón, luego con toda la fuerza posible le atraviesa la cara de abajo hacia arriba… Jen se retiro y tomo los pies, se fue y miro ha Laube…   

miércoles, 27 de abril de 2011

El rey del trueno (parte I)

Los tres guerreros desaparecieron, Jen y su abuelo aparecieron de nuevo entre las tres estatuas, Jen vio a su abuelo, lo abrazo y lo beso en la mejilla.

No sabia que te había perdido- dijo Jen llorando

Pues, gracias a ti pude volver- dijo el abuelo

¿Y abuela como esta?- pregunte Jen con un tono de voz algo preocupado

Tu abuela se encuentra bien gracias a dios- le dijo el abuelo sonriendo

Esta bien- le respondió Jen con un suspiro de alivio 

Jen tomo la espada que se había caído, la coloco en su funda que lo tenia en la espalda, se coloco las alas, tomo al abuelo por la cintura y voló.

Volvió al hotel donde se estaba quedando, para ese momento eran las diez, despertó a Laube y le pidió que bajara, ella lo hiso y vio al abuelo, se sorprendió y lo saludo, el les dijo que se sentaran, que iban a hablar seriamente, Laube y Jen se miraron y se sentaron.

El viejo les dijo que antes de morirse escucho a unos soldados de fuego, que si se llegaba a obtener las cinco piezas podía controlar lo que el quisiera.

¿Como es eso?- quiso saber Jen
Bueno, tu puedes controlar el tiempo, el espacio, tu materia, tu peso, tu todo, obtienes todos los poderes que existen- le dijo el anciano a los muchachos

Jen abrió los ojos por completo, se levanto y se preparo para volver a partir de viaje, ya que se quería ganar la otra parte de la armadura, y quería llegar a ser un controlador maestro.

Salió de la casa y tuvo que esperar a su abuelo y Laube, los cuales se tardaron un buen tiempo. Hasta que al fin salieron y Jen casi en el piso de tanto esperarlos toma la espada que se le había quedado dentro de la casa, volvió a salir y la cerro.

El fue en la cabeza e iba caminando muy rápido, Laube y el abuelo no le seguían el paso, Jen se comenzaba a estresar ya que no llegaba a la ciudad de trueno, llegaron hasta un pueblo, ya eran las 3:00 de la tarde y Jen le pregunto a uno de los habitantes de ese pueblo que tan lejos quedaba. El señor le dijo que tenia que llegar al fial del camino, el cual terminaba a unos 3 kilometros, Jen se entusiasmo, se coloco las alas y volo a la velocidad del sonido hasta la ciudad, llego en menos de 2 minutos, paro y vio que de la torre principal caian demasiados rayos a la vez, se paraban por un momento y volvían a caer.

Jen suspiro, pero no se devolvio, siguió el camino hasta la puerta de la ciudad, vio dos estatuas, eran dos dragones negros, los cuales tenían una luz en los ojos, parecieran que estuviesen vivos, Jen trago en seco y entro. Las puertas se abrieron y el iba caminando muy lento ya que las personas lo miraban con rabia, Jen pensó que eran por las alas asi que se las quito. Siguió caminando y llego a la puerta del la torre de batalla, trato de entrar pero los soldados no lo dejaron, las personas se aglomeraron alrededor de el, el se comenzaba a asustar. Ciertas personas alzaron los brazos hasta la altura de sus hombros, Jen se coloco las alas y los guantes, el pecho y el casco los dejo para lo ultimo, los aldeanos empezaron a atacar, Jen se cubría con el agua, y contraatacaba con las alas, llego un punto en que se canso y se cayo, un rayo cayo justo delante de Jen y apareció el rey de Trueno, era el hijo de Zeus, el abrió los ojos los tenia del mismo color que aquella vez que se vieron, eso intimido a Jen.

¿Como te llamas?- le pregunto Jen
Mi nombre es Leónidas, y soy el rey de la ciudad de trueno, aunque eso tú lo debes saber, ya que mataste a mi padre- dijo Leónidas mirando a Jen

Jen trago en seco y se levanto, los aldeanos se fueron, ambos entraron a la torre de batalla, Jen se coloco todas las piezas y Leonidas ya tenia las botas puestas.

¿podemos empezar?- pregunto Leonidas con un gesto desafiante

Esta bien- respondió Jen desapareciendo en el instante, y reapareció detrás de Leonidas, le trato de pegar un destello hizo que perdiera la concentración, cuando volvió a abrir los ojos vio que ya no se encontraba, Jen se levanta y mira a su alrededor pero no vio a nadie, el vuela hasta la altura del techo para ver si lo encuentra pero no lo ve.

¿Que paso?- Jen escucho una voz detrás de el, voltio pero no vio a nadie, un destello lo dejo ciego, perdió equilibrio y empezó a caer, un rayo de luz detuvo su caída con un golpe en la espada, Jen abrió los ojos del impacto, luego otro rayo de luz lo desplomo contra el suelo, Jen no se movia, Leonidas aparecio, le coloco el pie en el pecho y comenzaba a apastarlo…
    

sábado, 19 de marzo de 2011

El reencuentro

De que estas hablando- pregunto Jen- déjate de balbuceadas, Jen corrió hacia el, utilizo la espada, Valentía se quito del camino Jen se agacho para darle una patada en la cara, Valentia dio un paso hacia atrás luego Jen se levanto, sostuvo la espada con fuerza y le trato de volver a pegar a Valentia, pero su intento fracaso. Jen se rie y sostiene la espada con la mano derecha cierra los ojos y la espada empieza a expulsar rayos de la hoja.
Te destruiré con un solo golpe que te de- dijo Jen mirando la espada. Corrió hacia Valentia, pero el desapareció y reapareció detrás de Jen, este se enojo, dio media vuelta para pegarle a Valentia pero no pudo, Jen estaba cansado, asi que le coloco mas fuerza a la espada, esta lanzaba rayos, y se torno un color azulado, se veía que en la espada estaban dos elementos activados al mismo tiempo.
Como es posible- se pregunto Vlaentia
Jen sonrio y volvió a tratar de pegarle, esta vez logro hacerle unos pequeños rasguños, Jen pensó que si lo volvia hacer podría activar los cinco elementos al mismo tiempo, asi que lo intento. Tomo la espada con fuerza, esta se torno un color morado, Jen sonrio y lo volvió hacer, al terminar estaban los cinco elementos activados, la espada tenia una gama de colores muy espectacular, expulsaba rayos y a la vez fuego, Jen nunca había sentido tanto poder.
Quiso dar un paso, pero no pudo ya que la espada pesaba demasiado, Valentia estaba atonito, el nunca pensó que eso se llegara hacer, el aprovecho la inmovilidad de Jen para atacar. Viajo mas rápido que el sonido, con el mismo impulso de la velocidad le dio con la rodilla en el estomago, Jen salió volando, estaba adolorido y cayo a varios metros del lugar en donde estaba. Valentia se acerco rápidamente, Jen se trato de levantar y este le dio un golpe en el rostro volviéndolo a tirar al suelo, Jen se levanta y con un movimiento rápido trata de pegarle a Valentia, logra tocarlo, pero no consigue nada ya que la armadura que tenia era muy fuerte, Jen se sorprendió, Valentia le da una patada en la cara, tirándolo unos cuantos metros mas lejos.
Jen estaba todo herido, no se podía mover, el elemento agua que estaba en la espada empezó a reaccionar, curando todas las heridas de Jen, el se levanto y se puso a pensar, en que si utiliza dicho elemento para mover el peso de la espada podría funcionar. Y utilizo el elemento tierra. Se dio cuenta que de esa forma era mejor así, así que la levanto se la coloco en el hombro, soltó una sonrisa y desapareció. Valentía quedo sorprendido no sabia que hacer ya que Jen era la primera persona en hacer eso con la espada, el quedo inmóvil.
Jen apareció por atrás y le atraviesa la espada en la espalda, Valentía mira hacia arriba, y le ocurrió un flashback, aparecieron imágenes, de el, con Jen y Laube, se le salieron las lagrimas, miro a Jen, con las energías que le quedaban se quito el casco, una figura de color crema va apareciendo, se va quitando el casco poco a poco y mechones de cabello negro van cayendo.
Jen quedo sorprendido por lo que vio, no se creía capaz de hacer algo como lo que hiso, este rompió en llanto.
Gracias mi amigo, por liberarme de estas cadenas, te lo agradezco, ahora me podré ir en paz- dijo Sam, poco a poco su voz se apagaba.
Jen cayo de rodillas en el suelo, viendo el cuerpo de su amigo tendido en el piso, con una herida en la espalda, el lugar en donde estaba se iba desvaneciendo y estaba apareciendo en el mismo lugar donde estaban los tres guardianes, Jen estaba de rodillas llorando en el piso.
Levantate, ni ha pasado nada- dijo Amor con su tierna voz
Jen alza la mirada y ve a Sam parado, totalmente erguido, Jen solto una carcajada y se seco las lagrimas, vio a los tres guardianes, detrás de ellos había un resplandor de luz era de color amarillo, este resplandor pegaba con las armaduras de los tres, se veian celestiales como unos verdaderos guardianes.
Lo prometido es deuda- dijo Coraje
Esta bien cumplámosle su deseo- anexo Amor, los tres levantaron las manos cerraron los ojos y aparecimos en un lugar todo oscuro, al final se veía un árbol, este era todo negro y atrás tenia un resplandor azul, se veía hermoso.
Coloca tus manos en ese árbol, piensa en la persona que quieras salvar, se abrirá un agujero en el tronco del árbol y tienes que sacar a dicha persona de hay- dijo Valentía.
Esta bien- respondió Jen
Se acerco al árbol, poso sus manos sobre el, quiso pensar en Sam pero no le llegaban ideas a el, si nunca hubiese estado con el, como si el nunca hubiese existido, Jen no quiso seguir, pero despues pensó en lo que le diría su abuelo si estuviera aquí, el tronco del árbol se abrió por la mitad, salió una mano, Jen se apresuro para agarrarla, tiro de ella con toda la fuerza que tenia y de ese hoyo salió su abuelo, Jen cayo y encima de el cayo su abuelo.
Listo humano, hicimos lo que te prometimos, ahora volaremos hacia el cielo, te dejaremos la espada en tus manos, esperamos que la cuides bien.- dijo Amor
¿Y cuando te volveré a ver?- le pregunto Jen mirando a Sam
Cuando tu no quieras y mas lo necesites hay estaré, pero cuando tu mas quieras pero no me necesites, me tendré que ir- dijo Sam secándole las lagrimas Jen     

    

miércoles, 16 de marzo de 2011

La resurreccion (parte III)

Jen se encontraba cansado, tenia una respiración muy rápida. -¿Ya te cansaste?- dijo una voz, -¡no!, estoy bien- respondió, -entonces podre hacer esto- volvió a decir esa voz, de los espejos salieron agujas, salían cien agujas por segundo, y todas se dirigían hacia Jen, este utilizo la espada, empezó a girar en un solo pies, y utilizo la espada como escudo, esquivando todas las agujas, se detuvo y miro hacia el espejo que tenia en frente, hay no había nada, Jen se enfoca en la espada y esta brilla de color rojo, Jen la alza y la baja con mucha fuerza. La espada expulsa una ráfaga de fuego contra el vidrio, este explota, y por detrás de vidrio sale volando Amor, ella choca con otro espejo que tenia atrás y lo destruye.
Ahora si, te agarre, estas perdida- Dijo Jen
¿Eso crees?- respondió Amor, levantándose, ella estaba cambiando de forma, le salían alas, su piel se cambiaba a un tono blanco, le salían pezuñas, una cola. Después de un rato en esta estado, al fin se termina de transformar y se convirtió en un Pegaso.
Mira mi forma, de bestia- dijo Amor
Esta bien, no es tan terrorífica- respondió Jen
Jajajaja ¿eso crees?- anexo Amor con una carcajada
¿Si?- dijo Jen dudando
Lamento, decirte lo contrario- Dijo Amor, su color blanco cambiaba a negro, y sus rojos se volvieron rojos.
Ohh- dijo Jen con un gesto de asombro
El Pegaso galopo contra Jen, este saco la espada y se coloco en posición de defensa, el Pegaso desapareció de la vista de Jen, este se sorprendió, sabiendo que podía aparecer por cualquier lado. U ala le pega en la espalda a Jen, este se voltea y no hay nada, luego otra ala le pega en la espalda otra vez, pero no hay nada. Jen gira bruscamente, con su espada en la mano y justamente, cuando esta en medio del trayecto, va pasando el pegaso, le dio con el filo de la espalda en una ala, el Pegaso cayo, Jen fue caminando hacia el, le coloco el filo de la espada a solo cinco milímetros.
El rostro del pegaso empieza a cambiar, convirtiéndose en varios rostros a la vez, primero se convirtió en el rostro de Laube, luego en el del abuelo de Jen, luego en una muchacha, que se parecía mucho a una chica que vio en la ciudad de tierra y por ultimo a Sam. A Jen se le salió una lagrima con el ultimo rostro, y se dijo: “para salvarte, tendre que matarte… que irónico ¿no?”- el pegaso vuelve a su estado normal despues se le sale una carcajada, se levanta y camina hacia atrás, metiéndose en uno de los espejos, Jen lo siguió pero este no pudo entrar en el espejo.
De los vidrios volvieron a salir agujas, pero esta vez eran mas que la vez anterior, Jen sostiene la espada con fuerza, tenia unas cuantas heridas, en la espalda tenia seis agujas clavadas y en la pierna dos y en el brazo derecho una, la espada brilla de un color rojo, despues a ella le salen una chispas, y al rato se prende en fuego, Jen toma una posición semi-jorobada, del piso empiezan a salir pequeñas llamas, luego sale mas y cada vez mas, hasta que llego a un punto en el que alrededor de Jen salia una pared de fuego del piso. Jen mira tanto poder, se rie, pero su risa fue una risa algo sanguinaria, llena de poder, con sed de victoria.
Jen gira la cabeza, aun con el aro de fuego a su alrededor, Jen libera toda la energía que tenia acumulada y explota todos los espejos que habían hay, miro para una de las esquinas y vio al Pegaso lleno de sangre, un ala se le había roto y tenia heridas en todos lados.
Gracias por liberarme- dijo Amor volviendo a su estado normal.
Jen aun tenia esa mirada, Amor se levanta y le toca la frente con el dedo índice, y Jen vuelve a ser el mismo.
Tu no pasaras por el estado que pasamos nosotros- dijo Amor con una voz calmada, ella y Jen volvieron al mismo lugar, en donde estaba los otros dos guardianes, Jen se encontraba muy cansado, no tenia ganas de seguir, se paralizo y cayo al piso. Jen se había desmayado, Amor lo despertó rosándole la cara con su mano, Jen se vuelve a poner de pie.
Ahora es mi turno- dijo Valentía
¿Qué?- respondió Jen
Si, bueno vamos a mi mundo favorito- dijo Valentía con una sonrisa
Ellos dos aparecieron en ningún lugar, se veía la nada, es escuchaba el silencio.-¿Dónde estamos- pregunto Jen -estamos en un lugar, en donde tu no te podrás esconder- respondió Valentía. Jen tomo su espada y fue contra Valentía, estaba a solo un metro cuando Jen hizo el primer ataque, pero el lo esquivo.
¿Eso es todo lo que puedes hacer?- pregunto Valentía  
Claro que no- grito Jen, el volvió a tratar de darle a guerrero pero volvió a fallar.
Ahora es mi turno- dijo Valentía, este extendió su mano derecha, apunto hacia Jen, y Jen se paralizo.
Ves, que a mi no me podrás ganar- dijo Valentía.
Bueno, eso lo quieres creer tu, por que ya te gane- dijo Jen moviéndose, se levanto y miro a Valentía, este estaba muy sorprendido, ya que nadie había podido romper su ataque, así que pensó que esa seria una batalla digna de admirar.
Jen agarro la espada con fuerza, y esta paso a brillar a un color azul, pero un azul metálico, le salían rayos de todas partes.
Ahora creo que si es una batalla justa- dijo Jen mirando la espada, el volvió a correr contra Valentía, al estar cerca quiso hacer una estocada, pero Valentía se movio, de la hoja de la espada salieron rayos, y uno de ellos le pego a el, cayo al piso, Jen se acerco para terminar de matarlo, pero desapareció, Jen miro hacia todas partes, y lo tenia atrás, el también tenia un sable, Valentía se acerco poco a poco a Jen, pero Jen utilizo la espada para romper el sable de el, no hagas nada, ya te gane, no tienes escapatoria.
pero que tal si yo te digo que soy un amigo tuyo...- dijo Valentía

domingo, 13 de marzo de 2011

La resurreccion (parte II)

Yo primero -dijo Coraje- tendras que pelear conmigo, me pondré de tu tamaño para que sea una batalla justa. –despues de haber dicho esto, el se redujo a una estatura de 2 metros- asi esta mejor.
Jen se quito la espada de la espalda, y el corrió hacia contra coraje, el guerrero volo y Jen trato de hacer lo mismo, pero no pudo, se sorprendió.
¿Por que no puedo volar?- se dijo Jen
Por que en este mundo no se pueden utilizar los espíritus- respondió Coraje
¿Y como es que tu me leistes la mente?- pregunto Jen
¿Ah no te lo había dicho?, bueno yo tengo como poder el leer la mente- dijo Coraje
Esta bien- dijo Jen suspirando muy profundo.
Este salto contra Coraje, le quiso pegar con la espada pero este desapareció, ya que estaba en su mundo y podía hacer todo lo que el quería. Jen volvió a tocar el piso, al caer coloco una mano en el piso para no darse contra el.
Coraje apareció detrás de el, este alzo su mano y le dio en la nuca a Jen, este cae tumbado en el piso, hace un movimiento de ciento ochenta grados, en el sentido de las agujas de reloj, y se levanta quedando de frente a Coraje, le dio un golpe en la boca del estomago y Coraje cayo tendido en el suelo.
Te gane- dijo Jen
No creas eso todavía- respondió coraje. Este se levanto del piso, se coloco en un postura erecta y su color era azul, se fue cambiando poco a poco a un rojo vivo.
Ahora, veras mi verdadera forma- grito coraje. A el le salieron a las en forma de murciélago, pero estas eran de un color rojo, el cuello se le estiro y le salió una gran cola, le salieron garras, los pies y las manos se convirtieron en patas, a su cuerpo le salían escamas, un hocico y este se volvía mas grande, le salieron llamas en las alas, en la cola y en la espalda. Coraje se había convertido en un dragón, pero uno de fuego
Esta es mi forma natural, soy conocido como el hijo del espíritu Nugo, a mi me llaman el Dragón de la Muerte. Ahora lucharemos en mi mundo favorito- dijo Coraje, y al terminar Jen y el aparecieron en un lugar llenas de montañas, que sobrepasaban las nubes, Jen se acerco al borde de la montaña, se asomo y vio que era un vacio, si caia moría de una vez. Y lo único que Jen tenia para pelear era la espada.
Coraje voló lo mas alto que pudo, desapareciendo de la vista de Jen, este se preocupo ya que no sabia donde estaba el dragón, Jen se separo del borde, agarro la espada y se coloco en posición de defensa, empezó a sudar frio, no sabia que hacer, le pasaban mil cosas por la cabeza, se encontraba distraído, pensaba en como derrotar a Coraje. De repente una silueta negra se apareció por el aire, Jen se asusto, coloco la espada por encima de su cabeza, la silueta desapareció, por atrás de el venia una gran bola de fuego, Jen sintió el fuego de la bola y salto, miro hacia abajo y vio la bola, recogió los pies para que no se les quemaran, dio un medio giro, extendió su brazo, en el cual estaba la espada, pensó en Sam, y lo que haría si estuviera vivo, después de esto la espada brillo de un color azul muy claro, al terminar de dar el medio giro, Jen coloco mas presión en el brazo donde tenia la espada, ella lanzo una ráfaga de viento tumbando a Coraje.
Así, si esta mejor- dijo Jen mirando la espada.
Demonios, ya aprendió a utilizar la espada, tengo que actuar rápido- dijo Coraje. Este volvió a subir, pero no tan alto como la otra vez, alzo la cabeza, coloco su hocico hacia arriba y lo abrió. Encima del hocico había se estaba creando una esfera de fuego, esta tenia al redor unas chispas de electricidad. Se veía, como la esfera alzaba todo lo que era materia y la volvía fuego, con eso ella crecía cada vez más.
Jen miro la espada y esta tomo un color rojizo, Jen sonrió y salto lo mas alto que pudo, llegando al estomago de Coraje, este alzo la espada, la sostuvo con las dos manos y la coloco boca abajo, luego se la clavo en el pecho a Coraje.
El dragon abrió los ojos, le salió sangre por el hocico, Jen le quito la espada del pecho, dio un giro y le dio una patada en la herida, expulsando al dragón lo mas lejos posible. Pero Jen no tuvo en cuenta la esfera de fuego que Coraje había hecho, eso estaba por encima de el, empezó a descender. Jen miro hacia arriba y la esfera iba muy rápido como para detenerla y Jen no podía salir volando de hay. Alzo el brazo izquierdo –por favor funciona, funciona- grito Jen. Y de ese brazo salió un escudo, Jen lo utilizo para protegerse del fuego. Jen sentía el calor de la esfera de fuego, pero no podía hacer nada solo tenia que esperar a que se disipara. Estaba cayendo demasiado rápido, al tocar el suelo, Jen ejerce fuerza para tratar de ganarle a la esfera, pero esta no se disipaba. Miro al lado de la esfera, y mas abajo en otra montaña estaba Coraje que se levantaba del suelo, aun tenia la herida abierta y no se veía que tuviera la misma fuerza, Jen miro la esfera, hiso un ultimo intento, agarro la espada con toda su fuerza, esta se torno de un color marrón, otorgándole mas fuerza a Jen, este movió su brazo izquierdo, con suficiente energía para expulsar la esfera hacia donde estaba Coraje.
El dragón trato de escapar de ese lugar, pero no se pudo mover y la esfera impacto contra la montaña, destruyéndola totalmente. Jen se encontraba muy cansado, este cayo arrodillado, cuando toco el piso con las manos volvió al mismo lugar en donde se encontraba, con los tres Guardianes.
Yo te había matado- Grito Jen señalando ha Coraje
Si, si lo hiciste, pero destruiste mi parte diabólica, ahora gracias a ti, soy un Guardián libre- dijo Coraje con una sonrisa   
¿Qué?- pregunto Jen
Si, nosotros estamos encadenados a este mundo, si tu llegas a romper nuestras cadenas te damos una oportunidad para que saques a alguien de la muerte- Respondió Valentía
Esta bien, lo entiendo- Dijo Jen
Ahora es mi turno- dijo Amor- Pelearemos en mi mundo favorito

Al decir esto, aparecieron en un cuarto, muy grande, como de unos quince kilometros cuadrados, este estaba compuesto por varios espejos y cornetas, Jen no sabia donde estaba, miraba su reflejo en los espejos, y veia una sombra detras de el unas que otras veces.

Bienvenido a mi mundo- Dijo Amor, su voz provenia de todos lados

¿Donde estas?- pregunto Jen

Justamente de tras de ti- respondio Amor, y su voz provenia detras de Jen, el se giro para verla, pero no estaba ahy. Jen se empeso a asustar, escuchaba la risa de Amor por todos lados, empeso a correr, y seguia escuchando la risa, cada espejo que se le crusaba en el camino el lo cortaba con la espada. Estaba cansado, vio a Amor, el fue conriendo y le pego con la espada, pero era un espejo, luego la volvio a ver a su izquierda, Jen fue corriendo a darle y tam bien era un espejo... 

martes, 8 de marzo de 2011

La resurreccion (parte I)

En esa misma tarde dieron de alta a Jen, este y Laube salieron del hospital. Jen aun se encontraba adolorido y muy cansado, los dos se encontraban solos, se sentía la ausencia de Sam, era como si alguien les hubiera arrancado ese espacio, los dos se fueron a un hotel, a dejar sus cosas.
En la noche Laube y Jen salieron, ambos se fueron a una plaza que quedaba cerca de hay, se sentaron en las bancas, se sentó Laube y después Jen, acostándose y colocando su cabeza en las piernas de Laube. Ella le paso su mano por el pelo liso de Jen, lo estaba peinando ya que lo tenia muy alborotado.
Te amo, ya te lo había dicho- dijo Jen en un susurro
En algún momento me lo tuviste que haber dicho- dijo Laube con otro susurro, ella se iba acercando poco a poco a la cara de Jen. En la plaza había unos faroles, lo cual la iluminaban, y le daban un toque algo romántico.
¿Te acuerdas el primer dia que me dijiste “te amo”?- le pregunto Laube
Si, si me acuerdo- Dijo Jen con un tono un poco olvidadizo, ambos estaban a solo milímetros uno del otro.
Es mentira, te he dicho que no me mientas- dijo Laube rozando los labios de Jen
Pues bésame para ver si es mentira- Dijo Jen, después que dijo esto los dos labios se unieron, Laube y Jen tenían los ojos cerrados, lo único que escuchaban era el acelerado corazón de los dos. Jen se resbalo y callo al piso, Laube también se callo, pero ella le cayo encima a Jen.
Te encuentras bien- dijo Laube sobre Jen
Creo que si estoy bien- respondió Jen con falta de oxigeno.
Ohh, ya entendí- le respondió Laube levantándose de encima de Jen.
Jajajaja- se echo a reír Jen
¿De que te ríes?- quiso saber Laube
Es que me da risa en la forma que nos caímos- respondió Jen
Ha ya… Jajajaja- Laube también se echo a reír
Jen se levanto del piso, se sacudió el trasero y camino, le agarro la mano a Laube y se fueron por el camino de la plaza. Despues de un rato Jen le suelta la mano a Laube, este se va hacia detrás de Laube y la agarra por la barriga, ella se sonrojo, Jen le empeso a susurrar- lo eres todo para mi, no se que haría si tu no estuvieras a mi lado, nunca soportaría que te pusieras brava conmigo, y dejame decirte que yo soy muy celoso- le susurro Jen en el oído.
¿Con que eres celoso?- Dijo Laube con un tono de misterio.
Si, si soy muy celoso, y odio tener celos, yo mismo me castigo con mis pensamientos- respondió Jen agachando su cabeza.
Ok, a mi me gustas tal y como eres, yo no cambiaria nada de ti- respondió Laube
Jen se sonrojo y le respondió lo mismo. Se hiso muy de noche, y ambos se devolvieron hacia el hotel. Al llegar los dos se bañan, primero Laube y después Jen, se colocan sus pijamas y se van a la habitación a dormir. Jen tiene un sueño, en el sueño el aparecía en el mismo lugar con los cinco espíritus, ellos discutían sobre la resurrección.
Oigan- grito Jen
Dime mi joven enamorado- respondió Nugo
¿De que hablan?- quiso saber Jen
Estamos hablando de la resurrección, y como es posible- respondió Isgo
¿Que?, ósea que se puede traer un cuerpo otra vez a la vida, si, si se puede, pero tienes que sacrificar algo para ello.- respondió Mogo
Esta bien, y donde puedo resucitar un cuerpo.-pregunto Jen
Tienes que recorrer cinco kilómetros hacia el oeste de la ciudad de trueno, eso serian unos trece quilómetros desde la ciudad del fuego- respondió Ango
Esta bien, muchas gracias- Les agradeció Jen moviendo su mano de un lado hacia otro, este se movia hacia atrás y los espiritus se alejaban, esta era la segunda vez que Jen hablaba con ellos y no les veía la cara.
De un salto Jen se despertó, estaba todo sudado, Laube aun seguía dormida,  Jen miro el reloj y eran las cinco y veintisiete de la mañana. Jen se levanto y fue hacia el baño, se cepillo y se coloco su ropa, esta consistía en un jean que le quedaba un poco suelto, una camisa blanca, se vendo la mano derecha, y se coloco las alas para poder ser mas rápido, miro la espada y decidió llevársela. Jen salió de la habitación con mucho cuidado para no despertar a Laube, al salir este desaparece y reaparece en la calle, se dirige a una tienda donde vendan un mapa, sobre las cinco ciudades, al comprarlo lo abre, observa hacia donde tiene que ir.
 Y sale volando a toda velocidad hacia ese lugar. El nombre del lugar hacia donde se dirigía se llamaba la ciudad de Los Tres Grandes, ya que en esa ciudad habitan tres estatuas, conmemoradas a los tres guardianes de la armadura. Eran las nueve y Jen aun seguía volando, iba a trescientos kilómetros por hora. Jen no se transformo, ya que había dominado los espíritus la primera vez que los vio, y ahora puede transformarse a su antojo. A las nueve y cuarenta y siete, llego a la ciudad Los Tres Grandes, visualizo las tres estatuas, estaban formadas en un círculo, señalando hacia el centro de este. Jen llego hasta el centro, leyó una piedra la cual decía “al alzar el preciado tesoro de todo guardián la puertas se te abrirán”, Jen se puso a pensar, vio su espada y le llego una idea a la cabeza, la saco y la alzo en el medio de los tres guardianes.
De repente el ojo de uno de los guardianes se ilumino de un color verde, el dedo de ese guardián lanzo un rayo que iba hasta la espada, ese rayo se desvió dándole en los ojos a otra estatua y así sucesivamente hasta que los tres guardianes brillaban, en ese momento el tiempo se paro, y las tres estatuas se movieron.
¿Quien eres?- pregunto la estatua que parecía mas vieja
Mi nombre es Jen, y soy el elegido- respondió Jen
Y para ¿que viniste hasta acá?- respondió la estatua con forma de mujer
Yo vine, por que un amigo, murió por mi culpa y ahora quiero revivirlo- respondió Jen
Bueno, para eso tendrás que pasar por tres pruebas y después nosotros tomaremos la decisión si eres digno del poder de resurrección-dijo la estatua más anciana- y por sierto mi nombre es coraje, el de ella amor y el de el es valentía, somos los tres guardianes de la espada de la luz.
  

lunes, 7 de marzo de 2011

El despertar

Jen había tomado vuelo con rabia, se dirigía hasta Victor a toda velocidad, estaba llorando, Victor estaba orgulloso por lo que hizo, Jen estaba a solos dos metros de el y desapareció, Victor lo estaba buscando, para matarlo a el también.
De repente este siente una mano en su espalda, se voltea y ve que es Jen, con el rostro lleno de lagrimas, los ojos rojos y una expresión de rabia.
Ahora te toca a ti, conocer el sufrimiento que paso mi amigo- al terminar de decir esto Jen le clavo el sable en la espalda, y le salió por el pecho, Victor voltio su cabeza y miro a Jen a los ojos, este despareció, Jen sin energias no sabe que hacer y se desmaya a cincuenta metros de altura. Este cayo al piso, empeso a combulsionar, había llevado su cuerpo al límite y sus músculos no respondían.
Despertó, en un lugar totalmente blanco, no había sonido alguno, lo único que se podía ver eran cinco figuras, una de un color en especial, tenían una altura indescriptible, las cinco figuras discutían de algo, y mientras lo hacían miraban a Jen. Este sin saber nada, se levanta y mira hacia abajo y ve la “nada”.
¿Qué son ustedes?- pregunto Jen
¿Nosotros?, pues somos lo que llevas puesto ahora, mi joven amigo- respondió la figura de un color amarillo, el al hablar se producía un eco.
No me digas que ustedes son…- dijo Jen con un gesto de asombro.
Si, si somos nosotros, el es Ango: el espíritu del agua, el que controla todos los mares, el origen de la vida, la salud de todos los seres que existen en esta tierra, todo se lo debemos a el; el otro es Gugo: el rey de las tierras, al que le debemos nuestros frutos y donde pararnos; ese es Nugo: el espíritu que lo destruye todo, el espíritu simbolizado como la muerte, pero sin el no fueran lo que son; ese es Mogo: el espíritu del trueno, el destructor, y a la vez el que trae la luz a los lugares mas oscuros. Y yo soy Isgo: el espíritu del viento, yo puedo mover lo que este en mi camino y arrasar con casi todo lo que se cruce en mi paso.
Y ¿yo que hago aquí?- pregunto Jen
Tu eres el niño de la profecía, pero has llegado a un punto que utilizaste demasiado nuestro poder, y te desmayaste, ahora depende de nosotros el que tu vuelvas a la vida o te vengas como nosotros y se cree un nuevo elemento- Dijo Nugo
¿Que?- dijo Jen asustado
Ahora si nos permites, hablaremos asolas- dijo Isgo.
Los cinco espíritus desaparecieron de ese lugar, Jen se sento y luego se acosto, se puso a pensar en Laube, ya que existía la probabilidad de no volverla a ver. Despues de pasar horas acostado, los cinco espíritus llegan.
Hemos tomado una decisión…- dijo Ango con vos calmada
Ahora nuestra decisión es que: nosotros no podemos hacerle el futuro a nadie, ya que los humanos deciden su propio futuro, asi que tu decides volver a la tierra, y esperar tu muerte o volverte uno de nosotros, y vivir el resto de la eternidad.
Jen miro a los cinco espiritus, luego pensó en Laube, se le salieron unas cuantas lagrimas, despues rompió en llanto –yo se que no puedo descartar una oferta como esta, vivir por el resto de mi vida… no suena nada mal, pero no puedo dejar en la tierra a la única persona que he amado de verdad, asi que tengo que rechazar su propuesta- dijo Jen desafiándolo.
El amor joven, los adolescentes de hoy dejan todo por vivir con la persona que aman- dijo Nugo
Eso se llama ser humano- respondió Jen
El joven a tomado su decisión asi que devolvamolos a la tierra, con una armadura, yo creo que ya sabes cual es esa armadura, si te enfocas en lo que mas deseas te sorprenderas con lo que puedes hacer.-dijo Isgo, todos los espiritus recopilaron una esfera de su respectivo elemento, esto lo lanzaron contra Jen generando una esfera aun mas grande alrededor de el. Esta bola exploto y Jen desapareció.
Cuando Jen colcio a abrir los ojos se encontraba cayéndose, iba a mucha velocidad, quiso volar, pero no tenia las alas este se asusto mucho, cerro los ojos y cuando los abrió vio que tenia una armadura, el pecho los brazos, el casco y las alas, pero les faltaban las piernas. Este dedujo que si se ganaba las piernas del trueno la armadura se completaría.
En menos de un abrir y cerrar de ojos Victor se apareció en frente de Jen, este aun seguía cayendo, Victor tomo una gran vocanada de aire y luego lo escupió en forma de una llamarada de fuego, Jen pensó en tener una vida al lado de Laube, cuidarla y proteger de ella. Abrió los ojos ya que lo había cerrado y vio en su brazo izquierdo algo, esto brillaba de un color azul muy claro, y al parecer se estaba formando, cuando termino de formarse noto que era un escudo lo utilizo para protegerse del fuego. Victor sorprendido desaparece, Jen hace lo mismo.
Victor reaparece en lo mas alto del salón, a cien metros de altura, Victor miraba hacia todas partes, ve a Jen delante de el, este alza las manos para lanzarle una bola de fuego, pero Jen vuela contra el.

¡Muere maldito!- dijo Jen con rabia. Despues de eso se escucho el silencio, ambos comenzaron a caer.

Al tocar el suelo espero despertar de esta pesadilla- pensó Jen, mientras veía a Victor caer a su lado.
Ambos tocaron el piso al mismo tiempo, Jen no sintió nada, ya que aun se sentía culpable de la muerte de su amigo, giro la cabeza hacia su lado izquierdo y se desmayo lo ultimo que vio fue a Laube llorando de rodillas sobre Sam.
Tres días después Jen despierta en el hospital. Abre un ojo primero y después el otro, vio a su derecha y hay estaba sentada Laube sosteniéndole la mano. Jen estaba todo vendado, lo único que se veía de su piel era los ojos, la nariz y los labios.
Este se sentó en la cama-¿fue eso un sueño?- se pregunto, vio a su izquierda y estaban todas las piezas, las alas, las manos, el pecho y el casco. Jen volvió a romper en llanto, sus gritos despertaron a Laube. Ella lo abrazo muy fuerte, le dio un beso en el cuello, en signo para que se calmara. Jen la abraza, pero este aun le dolía, que su amigo fuera para ese lugar y lo hallan matado, todo por culpa de el.   
¡Te amo!, y a ti no dejare que nada te pase, asi sea que tenga que arriesgar mi vida para salvar la tuya, no dejare que otra persona muera por mi culpa- le decía Jen en el oído a Laube, este aun seguía llorando.
Yo también te amo, y si tu mueres tratando de protegerme, yo no se que haría, asi que no lo vallas a hacer, por favor- le dijo Laube.
Esta bien- le respondió Jen.

sábado, 5 de marzo de 2011

El adios

Anmor se encontraba al lado de la cama en donde estaba Sam, este ya llevaba tres días inconsciente, Anmor se había quedado dormida, pero esta aun le sostenía la mano a Sam. Llegó Jen y Laube, miraron a Anmor, Laube le agarro la mano a Jen, y este la apretó. Anmor se despierta derrepente, pregunto si alguien le había movido la mano, Jen y Laube respondieron que no. Anmor se le salió una lagrima, miro hacia donde estaba Sam, este aun no despertaba.
Yo se que estas hay- le dijo Anmor a Sam en el oído
Ya llegue- salió una voz, pero esta era demasiado apagada, provenía de la boca da Sam.
Mi vida- dijo Anmor abrazando a Sam y ella estaba llorando.
Hay- se quejo Sam, ya que todavía le dolia lo que le había hecho Veltra.
Mira lo que te prometi- le dijo Jen, levantando su mano y mostrando la medalla
Sam sonrio, -gracias amigo- le respondió. Jen cerro la puerta,
Ahora es mi turno  de ir por la siguiente parte de la armadura- le dijo Jen
Yo te acompañare- le respondió Sam
Tu te quedas hay, no estas apto para salir- le replico Jen
Tranquilo Sam yo voy con el- le susurro Laube.
Jen y Laube salieron de la habitación, y luego salieron del hospital, Jen le había dejado la espada de Sam al lado de el. Jen se encontraba en frente de la puerta del rey de fuego, este la abrió y Laube lo perseguía. Entraron y vieron que todo era de un color rojo y amarillo, vieron la figura de un fénix.
Observaron a una persona, este tenia una armadura, la armadura era de color gris, tenia llamas pintadas desde las manos hasta los antebrazos, y en el pecho un fénix.
Jen se le acerco, le pregunto si era con el que iba a pelear y el le respondió que si, ambos se fueron al salón de batalla.
Entraron, Jen se coloco las partes de la armadura, mientras que Víctor tenia toda una armadura, pero el casco era diferente, a simple vista se notaba que era el casco de los espiritus. Jen salió volando hacia donde estaba Victor, este alzo su mano y de ella salió una bola de fuego que iba dirigida hacia Jen, el se quito del camino y la bola de fuego se disipo, Jen desaparece y aparece por detrás de Victor, Jen hace un movimiento para darle un golpe pero Victor fue mucho mas rápido y esquivo el ataque.
Jen descontento trata de atacar desde el cielo, del aire genera partículas de agua que poco a poco se van convirtiendo en gotas, Jen las moldeo en forma de agujas y las congelo dejándolas caer sobre victor.
Víctor miro hacia las agujas de agua congelada, coloco una mirada fija en ellas y alrededor de el salía como una especie de vapor, derritiendo el agua.
Es mi turno- dijo Victor. En menos de un parpadeo Victor se volvió cenizas, Jen se cubre haciendo un muro de arena delante de el.
Víctor apareció por detrás de el, le coloco una mano en el hombro, la mano se empezó a calentar, Jen se volvió agua. De repente aparece por los aires, con una espada de arena. Víctor con una sonrisa sale del camino de Jen. Pero este no se esperaba que Jen se un Jen de arena.
Te tengo- le dijo Jen sosteniendo la espalda de Victor. Este con una carcajada desaparece.
Victor aparece ya casi a la altura del techo, extendió las manos.
Ven hacia mi Nugo, te invoco, te obligo a que me des de tu poder. Grito Víctor. Alrededor de el, empezaron a salir espirales de fuego, la piel de Víctor se tronaba rojiza, de la espalda le salieron dos alas de fuego, sus brazos desaparecieron, sus ojos se tornaron muy rojos, con el borde negro, sus pies se estiraron y se colocaron mas delgado, tomaron un color amarillo, salieron tres dedos largos en cada pie.
¡Ahora mira mi poder!- Grito Victor extendiendo sus alas, pues se había convertido en un Fenix.
¿Qué demonios es eso?- Se pregunto Jen
Victor tomo velocidad contra Jen, este creo un escudo de agua detrás del escudo de tierra. Pero el Fenix lo logro pasar sin problemas.
Rayos- dijo Jen dando saltos hacia atrás. Pero al dar el ultimo salto este resbalo y callo al piso
¡Vamos levántate, no vine hasta acá para ver como te rendías!- grito una voz.
Jen se voltio para ver quien era y resultar ser que era Sam, este estaba sano, sin yesos ni nada por el estilo. Jen sonríe al ver a su amigo en tan buen estado. Jen se levanta poco a poco se va enderezando y al final sube la vista hacia donde esta el fénix.
Te toca a ti morir.- dijo Jen con vos rabiosa, also las manos.
No lo va a ser- se dijo Laube  para si mismo
Ango, te pido que me concedas de tu poder, para poder acabar con esta persona. Alrededor de Jen apareció como una especie de pozo con agua, Jen se metió hay.
¡Noooooo!- grito Víctor, su vos salió por la boca del Fénix
Del pozo salieron varios rayos de luz. Despues de un rato salió una sombra en forma de serpiente, esta volo por los cielos cayendo al suelo y estremeciéndolo.
Ahora es mi turno de atacar- Dijo el Caí Caí Vilu, pero con la voz de Jen.
Ango salió arrastrándose hacia el Fénix, el Fénix subió por los aires, luego Ango hiso una transformación, alrededor de el salió un espiral de viento, le salieron patas, un pico y una cola emplumada, y de ultimo salieron las alas.
Imposible- susurro Víctor
Ango se había transformado en un Grifón cuyo nombre era Isgo. Este salió volando hacia donde estaba el Fénix, este en el momento que estaba a pocos metros extendió sus alas, estas empezaron a brillar. El fénix al saber lo que venia se quita del camino, colocándose por detrás de Jen y tirándole una llamarada de fuego que salía de su boca.
La llamarada alcanzo al grifón, pegándole en la espalda, este cayo al piso todo adolorido, luego se transformo  en el dragón de tierra, salió volando contra el fénix. El fénix volvió a lanzar una llamarada, pero el dragón supo defenderse, hiso un escudo de tierra en la parte de adelante de su rostro, lo que desvió el fuego.
En tierra Laube y Sam presenciaban todo esto, lo describían como una batalla maestral, de esas que no se olvidan tan fácilmente. Jen decidió convertirse en Ango, se abalanzo sobre el fénix, enredándolo en su cuerpo, pero el fénix ya que estaba hecho de fuego no tuvo efecto.
A Jen se le empiezan a acabar las energías, su transformación ya estaba acabando, mientras que la de Víctor seguía igual.
¿Qué paso amigo?, ¿ya te cansaste?- dijo Víctor con una sonrisa
Eso es lo que tu esperas- respondió Jen, este se encontraba muy agitado, estaba cansado, incapaz de mover un musculo.
Terminemos con esto- grito Jen
Voló contra el Fénix, Víctor le quería dar una batalla justa así que quito su transformación, y por debajo de sus manos salieron dos cuchillos, Víctor también salió volando contra Jen, este podía volar ya que el casco de fuego se había unido con toda su armadura, entonces la armadura era una sola pieza de fuego, y de los pies de la armadura salía un chorro de fuego, que permitía a Víctor mantenerse en el aire.
Llego tu fin- Volvió a gritar Jen
Ven y mátame- le respondió Víctor
Ambos estaban demasiado cerca, Jen creo una espada de hielo, reforzada con tierra, la agarro con las dos manos. Mientras que Víctor tenia las navajas en sus manos. Jen agito su espada, luego hizo un movimiento para atacar, luego, con su navaja derecha detiene el ataque, luego con la izquierda destruye la espada, quita la navaja derecha de la espada destruida, Jen no podía pensar, esta petrificado, este da una vuelta quedando Jen por detrás de el, mueve su mano derecha hacia la cabeza de Jen, por suerte Jen reacciono y bajo su cabeza, pasando la navaja por encima de el.
Jen trata de pegarle en el estomago, pero no puede ya que Víctor le había sostenido la mano derecha, Jen intenta darle una patada, Víctor alza su rodilla izquierda bloqueando la patada de Jen. Víctor tenia agarrada la mano y el pie derecho de Jen.
Ya no tienes salida- le dijo Víctor con una voz endemoniada
Cállate- le respondió Jen.
Entonces tendré que matarte- le grito Víctor, en ese momento el había alzado su pie derecho, y utilizo toda su fuerza, le pego en el pecho a Jen enviándolo hacia el suelo a toda velocidad. Cuando Jen toco el suelo, este lo agrieto muy profundamente, Laube estaba sin palabras igual que Sam, Jen tenia sangre por todas partes, en su boca, cabeza, brazos y pies.
Ahora quiero ver como funcionan lo elementos cuando llegan a su punto máximo- Dijo Víctor alzando su mano derecha, de ella salía una bola de fuego, Víctor la comprimió al tamaño de una bola de golf, pero con la densidad de mil soles. Jen hiso todo lo posible para moverse, coloco las manos en el piso e hiso una fortaleza de arena, y después una de agua congelada, Jen asustado coloca las manos en la fortaleza para darle mas energía, pero la mano de Víctor no apuntaba hacia el, sino que estaba ligeramente doblada hacia su derecha.
Jen quería ver el momento en que iba a dispara Víctor, así que hace un pequeño agujero en la fortaleza. Víctor sonrió, movió su mano derecha y la esfera de fuego salió expulsada, rompiendo la barrera del sonido. Jen queda atónito al ver que la esfera no se dirigía hacia el, sino hasta donde estaba Laube, este desesperado desvanece la fortaleza.
No lo puedo creer, mi vida, mi amor, mi corazón- se decía Jen para si mismo, mientras miraba a Laube.
¡Jen!- grito Laube
Jen rompió en llanto, y corrió hacia donde estaba Laube, ella se encontraba a poco menos de cien metros, Jen corria lo mas rápido posible, mientras que la esfera de fuego iba en la misma dirección.
¡Laube!- Grito Jen, luego hubo una luz enceguece dora, la bola de fuego había impactado. Jen se cubrió los ojos de la luz. Cuando esta se disipo, no vio a Laube, Jen volvió a llorar, giro su mirada y vio a Laube sana y salva, pero se había hecho un raspon, ya que salió expulsada por la onda del impacto. Jen llego hasta ella.
¿Te encuentras bien?- le pregunto Jen, con unas cuantas lagrimas en su cara
Si, si estoy bien, y ¿tu?- Le pregunto Laube
Si gracias, pero si esa bola de fuego no iba hacia ti, para donde…- se escucho el silencio por un rato.
No me digas que…- dijo Laube
Jen giro lentamente su cabeza, para el lugar en el que estaba Sam, pero no lo vio. Volvió a mirar a Laube y la abrazo, ella hizo lo mismo.
Jen le pidió a Laube que se quedara hay sentada, se levanto y fue hacia el lugar en el que estaba Sam, miro a su alrededor y lo vio a el tirado en el piso, fue corriendo hacia allá. Al llegar a Sam estaba aun con vida, pero no duraría mucho.
Seré breve, quiero que tomes mi espada y te vengues de mi muerte, quiero que le digas a Anmor que la amo, con todo mi corazón, y quiero lo mejor para ella, te pido que la cuides, y tu por favor salva a este mundo del rey del fuego, ¿esta bien?, puedes ¿hacer eso por mi? - le dijo Sam en susurro.
Que tal si haces eso tu, tienes toda una vida por delante, no te des por vencido- le dijo Jen llorando, llego Laube y le coloco su mano en la espalda Jen.
Déjate de estupideces tu sabes tanto como yo que no voy a vivir por mucho mas, asi que por favor has lo que te pedi, asi que adios amigo mio…- la voz de Sam se fue extinguiendo poco a poco.
En ese momento, Jen empezaba a transformarse en los espíritus, pero esta vez era por rabia, el no los podía detener, los pies, los brazos, el pecho y la cabeza empezaron a transformarse.
¡Jen, no!- dijo Laube alzando las manos. El cuerpo de Jen volvía a la normalidad, al terminar, Jen se agacho, agarro la espada y voló.