miércoles, 16 de marzo de 2011

La resurreccion (parte III)

Jen se encontraba cansado, tenia una respiración muy rápida. -¿Ya te cansaste?- dijo una voz, -¡no!, estoy bien- respondió, -entonces podre hacer esto- volvió a decir esa voz, de los espejos salieron agujas, salían cien agujas por segundo, y todas se dirigían hacia Jen, este utilizo la espada, empezó a girar en un solo pies, y utilizo la espada como escudo, esquivando todas las agujas, se detuvo y miro hacia el espejo que tenia en frente, hay no había nada, Jen se enfoca en la espada y esta brilla de color rojo, Jen la alza y la baja con mucha fuerza. La espada expulsa una ráfaga de fuego contra el vidrio, este explota, y por detrás de vidrio sale volando Amor, ella choca con otro espejo que tenia atrás y lo destruye.
Ahora si, te agarre, estas perdida- Dijo Jen
¿Eso crees?- respondió Amor, levantándose, ella estaba cambiando de forma, le salían alas, su piel se cambiaba a un tono blanco, le salían pezuñas, una cola. Después de un rato en esta estado, al fin se termina de transformar y se convirtió en un Pegaso.
Mira mi forma, de bestia- dijo Amor
Esta bien, no es tan terrorífica- respondió Jen
Jajajaja ¿eso crees?- anexo Amor con una carcajada
¿Si?- dijo Jen dudando
Lamento, decirte lo contrario- Dijo Amor, su color blanco cambiaba a negro, y sus rojos se volvieron rojos.
Ohh- dijo Jen con un gesto de asombro
El Pegaso galopo contra Jen, este saco la espada y se coloco en posición de defensa, el Pegaso desapareció de la vista de Jen, este se sorprendió, sabiendo que podía aparecer por cualquier lado. U ala le pega en la espalda a Jen, este se voltea y no hay nada, luego otra ala le pega en la espalda otra vez, pero no hay nada. Jen gira bruscamente, con su espada en la mano y justamente, cuando esta en medio del trayecto, va pasando el pegaso, le dio con el filo de la espalda en una ala, el Pegaso cayo, Jen fue caminando hacia el, le coloco el filo de la espada a solo cinco milímetros.
El rostro del pegaso empieza a cambiar, convirtiéndose en varios rostros a la vez, primero se convirtió en el rostro de Laube, luego en el del abuelo de Jen, luego en una muchacha, que se parecía mucho a una chica que vio en la ciudad de tierra y por ultimo a Sam. A Jen se le salió una lagrima con el ultimo rostro, y se dijo: “para salvarte, tendre que matarte… que irónico ¿no?”- el pegaso vuelve a su estado normal despues se le sale una carcajada, se levanta y camina hacia atrás, metiéndose en uno de los espejos, Jen lo siguió pero este no pudo entrar en el espejo.
De los vidrios volvieron a salir agujas, pero esta vez eran mas que la vez anterior, Jen sostiene la espada con fuerza, tenia unas cuantas heridas, en la espalda tenia seis agujas clavadas y en la pierna dos y en el brazo derecho una, la espada brilla de un color rojo, despues a ella le salen una chispas, y al rato se prende en fuego, Jen toma una posición semi-jorobada, del piso empiezan a salir pequeñas llamas, luego sale mas y cada vez mas, hasta que llego a un punto en el que alrededor de Jen salia una pared de fuego del piso. Jen mira tanto poder, se rie, pero su risa fue una risa algo sanguinaria, llena de poder, con sed de victoria.
Jen gira la cabeza, aun con el aro de fuego a su alrededor, Jen libera toda la energía que tenia acumulada y explota todos los espejos que habían hay, miro para una de las esquinas y vio al Pegaso lleno de sangre, un ala se le había roto y tenia heridas en todos lados.
Gracias por liberarme- dijo Amor volviendo a su estado normal.
Jen aun tenia esa mirada, Amor se levanta y le toca la frente con el dedo índice, y Jen vuelve a ser el mismo.
Tu no pasaras por el estado que pasamos nosotros- dijo Amor con una voz calmada, ella y Jen volvieron al mismo lugar, en donde estaba los otros dos guardianes, Jen se encontraba muy cansado, no tenia ganas de seguir, se paralizo y cayo al piso. Jen se había desmayado, Amor lo despertó rosándole la cara con su mano, Jen se vuelve a poner de pie.
Ahora es mi turno- dijo Valentía
¿Qué?- respondió Jen
Si, bueno vamos a mi mundo favorito- dijo Valentía con una sonrisa
Ellos dos aparecieron en ningún lugar, se veía la nada, es escuchaba el silencio.-¿Dónde estamos- pregunto Jen -estamos en un lugar, en donde tu no te podrás esconder- respondió Valentía. Jen tomo su espada y fue contra Valentía, estaba a solo un metro cuando Jen hizo el primer ataque, pero el lo esquivo.
¿Eso es todo lo que puedes hacer?- pregunto Valentía  
Claro que no- grito Jen, el volvió a tratar de darle a guerrero pero volvió a fallar.
Ahora es mi turno- dijo Valentía, este extendió su mano derecha, apunto hacia Jen, y Jen se paralizo.
Ves, que a mi no me podrás ganar- dijo Valentía.
Bueno, eso lo quieres creer tu, por que ya te gane- dijo Jen moviéndose, se levanto y miro a Valentía, este estaba muy sorprendido, ya que nadie había podido romper su ataque, así que pensó que esa seria una batalla digna de admirar.
Jen agarro la espada con fuerza, y esta paso a brillar a un color azul, pero un azul metálico, le salían rayos de todas partes.
Ahora creo que si es una batalla justa- dijo Jen mirando la espada, el volvió a correr contra Valentía, al estar cerca quiso hacer una estocada, pero Valentía se movio, de la hoja de la espada salieron rayos, y uno de ellos le pego a el, cayo al piso, Jen se acerco para terminar de matarlo, pero desapareció, Jen miro hacia todas partes, y lo tenia atrás, el también tenia un sable, Valentía se acerco poco a poco a Jen, pero Jen utilizo la espada para romper el sable de el, no hagas nada, ya te gane, no tienes escapatoria.
pero que tal si yo te digo que soy un amigo tuyo...- dijo Valentía

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